ACTIVIDAD FÍSICA Y CALIDAD DE VIDA

ACTIVIDAD FÍSICA Y CALIDAD DE VIDA

MOVERSE = BIENESTAR +  SALUD +CALIDAD DE VIDA

 

En la actualidad, un problema que se nos presenta es la vida sedentaria, puesto que las obligaciones diarias no dejan demasiado tiempo   para poder llevar a cabo la práctica de alguna actividad deportiva.

Por consiguiente debemos aprovechar cualquier situación cotidiana que nos permita estar más tiempo en movimiento, como ser: subir  escaleras, ir caminado al trabajo, o dar uso a ciertos aparatos (cinta, bicicleta fija, elípticos).

Cómo podemos definir al ejercicio o actividad física?
Es aquel, que pone en movimiento al cuerpo en su totalidad o a una parte del mismo, de manera armónica y ordenada, en beneficio del desarrollo y conservación de sus funciones.

“Para poder mantener un buen estado de salud, la práctica de ejercicio de manera aislada, no basta.”

Varios son los efectos positivos de la práctica de ejercicio, entre las cuales podemos nombrar:Dentro del concepto de salud, el ejercicio físico cumple un rol fundamental, ya que al practicarlo de manera cotidiana, aumenta la vitalidad en general y reduce la posibilidad de padecer enfermedades.

  • favorece el desarrollo pulmonar y cardiaco, favoreciendo así la capacidad de respuesta de estos órganos tanto en actividad como en estado de reposo
  • tonifica la masa muscular, y aumenta el volumen de los músculos de nuestro cuerpo, esto hace que nuestro cuerpo se estilice y sea ágil en los movimientos.
  • Nos ayuda a eliminar los excesos de calorías, que el cuerpo reserva, aumentando la oxidación de grasas y azucares.

Los beneficios son innumerables, y puesto que no existe una actividad física ideal, consideramos ejercicio a aquella que va desde el deporte de competición hasta un simple paseo, ya que la actividad que se elija dependerá de la edad, el estado de salud, y la personalidad de cada uno.

Para poder mantener un buen estado de salud, la práctica de ejercicio de manera aislada, no basta. Siempre debe ir acompañado de otros hábitos saludables como ser una alimentación equilibrada y variada; como así también de la ausencia de tabaco y exceso de alcohol.
Como siempre repetimos, el cambio de un conjunto de hábitos perjudiciales hacia los saludables, es la garantía de poder gozar de un bienestar general.

Se debe tener en cuenta que el tipo de ejercicio a realizar depende de las cualidades y condiciones de cada persona, es importante señalar que una persona joven, sin problemas de salud, puede comenzar una actividad física cuando lo desee. Distinta es la situación cuando ya se tiene cierta edad y se padece alguna enfermedad.
En este caso, se debe consultar al médico y asesorarse sobre cuál es la práctica más beneficiosa, según corresponda, sin caer así en riesgos innecesarios para la salud.
Por ejemplo:

  • durante la infancia: los juegos espontáneos, son la primera introducción a la actividad deportiva, la cuál puede iniciarse desde los 4 a 6 años de edad.
  • En la adolescencia se aumenta la intensidad del ejercicio diario, llegando así al período de juventud, donde el rendimiento físico es el máximo.
  • Durante la madurez, siempre dependiendo de las posibilidades físicas, es conveniente seguir practicando los ejercicios cultivados anteriormente.
  • A partir de los 50 años de edad, ya son preferibles las actividades más moderadas, como caminatas  diarias, andar en bicicleta, ir a gimnasios(con asesoramiento profesional).

Esto demuestra, que cuanto antes se introduzca a una persona a realizar alguna práctica deportiva, mas incorporado tendrá el hábito. Con esto obtendrá a lo largo de su vida, un estado de salud óptimo, y una buena vejez.

Todos los beneficios que la actividad física pueda aportar, se cumplen siempre y cuando su práctica sea cotidiana, a diario, ya que de nada sirve realizarla de manera esporádica  o repentina, o de manera intensa durante cierto período. Esto no es bueno para el organismo, sino que es perjudicial y causante de lesiones crónicas.
Esas lesiones aparecen cuando se le exige al cuerpo un esfuerzo que sobrepasa sus posibilidades. Entonces, el mejor consejo es que la práctica de ejercicio físico sea moderada en sus comienzos y que se vaya aumentando la intensidad poco a poco, hasta lograr la técnica. Siempre manteniendo la prudencia y el conocimiento de nuestros límites físicos.

Es válido decir que muchas personas comienzan a practicar ejercicio físico con el fin de bajar el peso corporal, es decir que dicho fin las motiva a realizarlo.
Aquí es donde debemos dejar bien claro, que si bien es cierto que el ejercicio aumenta el consumo de nuestras reservas con una consecuente reducción de la grasa corporal, es imprescindible que dicho ejercicio este acompañado de una dieta hipocalórica adecuada. Entonces combinando estos dos factores: dieta y ejercicio, lograremos bajar de peso.

No abandonar la práctica

Logrado el peso deseado es ahí donde no se debe abandonar la práctica de ejercicio, ya que al seguir realizándolo será posible mantener el peso y evitar el efecto rebote que algunas dietas provocan. Esto previene las subidas y bajadas de peso en corto tiempo.

Por lo tanto cuando el fin es la reducción del peso corporal, el ejercicio debe ser de intensidad media y diario, compatible con una dieta baja en calorías. Ahora bien, cuando no existen problemas de peso y el fin es mantener un buen estado general del organismo y peso, el tipo de alimentación debe ser equilibrada, variada, sin excesos ni restricciones.

De modo que alimentarse en forma sana significa comer, en forma moderada y variada, alimentos que proporcionen un equilibrio de energía y nutrientes al organismo. Esas sustancias son indispensables para el crecimiento, desarrollo y reparación tisular(tejidos), para poder realizar actividades diarias y mantenerse en buen estado de salud. La alimentación adecuada debe aportar: Energía, Hidratos de carbono, Proteínas, vitaminas y minerales, un adecuado número de comidas así también como una adecuada hidratación.

La hidratación

  • El agua es el nutriente más importante a tener en cuenta. La pérdida de agua a causa del sudor, para mantener el cuerpo fresco, puede  ser muy  importante .Los adolescentes y los adultos deben recuperar cualquier pérdida de agua durante el ejercicio, ingiriendo líquido suficiente para reponer lo perdido.
  • Para tener en cuenta y estar siempre bien hidratado:
  • Un indicador para saber si la persona está bien hidratada es controlara si la orina tiene apariencia clara.
  • Beber entre 2 y 3 litros de agua diaria.
  • Evitar bebidas que contienen cafeína, ya que es un diurético, aumentando la pérdida de líquidos por orina.
  • Ingerir agua suficiente antes, durante y después de realizar actividad física.
  • Beber agua aún no sintiendo sed.

Para concluir, el ejercicio actúa de manera global sobre la persona, tanto a nivel físico como mental así también como una alimentación adecuada a cada actividad son aspectos fundamentales mejorando así la calidad de vida.

Compartir esta publicación