ESOS KILOS DE MÁS
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves de este siglo. Según cálculos de 2010, hubo 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los cuales cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMAC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Si ese valor es igual o superior a 25 se determina como sobrepeso, y si la cifra asciende a 30 se convierte en obesidad.
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Por eso, hay que dar gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil. Para profundizar esta problemática conversamos con Adriana Mannarino, licenciada en Nutrición.
¿Cuáles son las principales causas que derivan en obesidad infantil?
Si bien son varias las causas de la obesidad y el sobrepeso infantil, existen dos fundamentales, el sedentarismo y la ingesta excesiva de energía calórica. Sin embargo, otros determinantes y factores de riesgo de la obesidad se relacionan con cuestiones demográficas —como sexo, edad o nivel socioeconómico—, factores familiares y personales: el sobrepeso actual o pasado, los hábitos alimentarios, características metabólicas, factores psicológicos, enfermedades concomitantes (asociadas).
¿Qué hábitos y conductas favorecen el sobrepeso en los chicos?
Los factores ambientales relacionados con los hábitos nutricionales y estilos de vida contribuyen sin duda en el desarrollo de obesidad. Los alimentos con alto contenido en grasas y azúcares producen la sobreingesta de nutrientes aumentando el tejido adiposo. Además, el sedentarismo asociado a tiempos prolongados de televisión, computadora, videojuegos y ausencia de prácticas deportivas o cualquier actividad física regular lleva a una disminución del gasto energético y favorece el desarrollo de obesidad. Los mensajes televisivos y de publicidad inducen frecuentemente al consumo de bebidas azucaradas y alimentos altos en grasas.
¿Cuáles son los principales pasos a seguir para lograr un correcto y saludable descenso de peso?
El tratamiento requiere un enfoque profesional, tendiente a normalizar el estado nutricional, modificar hábitos nutricionales y estilos de vida del niño y de su entorno familiar. Lo fundamental es la reeducación nutricional del niño y su familia. Según cada caso, se puede tratar el mantenimiento del peso o la perdida con crecimiento lineal normal.
¿Qué consecuencias pueden desencadenarse de la obesidad infantil a corto y largo plazo?
La principal consecuencia a largo plazo que puede generar la obesidad infantil es el llegar a ser un obeso adulto además, se pueden desencadenarse enfermedades relacionadas con la obesidad entre las cuales se encuentran la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares y trastornos psicológicos, entre otros.
¿Cómo se puede prevenir el sobrepeso y la obesidad?
La prevención de la obesidad infantil debe comenzar desde el primer año de vida. La prevención iniciada desde la lactancia es prioritaria. Es fundamental promover la lactancia el mayor tiempo posible, realizar un seguimiento con el profesional para controlar que el crecimiento del niño sea acorde a su edad, y adaptar la ingesta de alimentos a los requerimientos energéticos y nutricionales correspondientes a la edad del niño. También hay que fraccionar la alimentación en 5 o 6 comidas al día, no comer entre comidas, disminuir el consumo de grasas y azúcares simples y recortar la grasa visible en las carnes. Otras recomendaciones son aumentar el consumo de frutas y verduras, consumir lácteos descremados, cereales y planes integrales e incentivar la realización de actividades física.
¿Cuál es la importancia de tomar conciencia hoy de este problema?
La obesidad conlleva serios riesgos, para la salud que las generaciones jóvenes aprendan a prevenirla. El tratamiento del trastorno se basa, esencialmente, en un plan alimentario bien diseñado junto con un programa de actividades física frecuente. También es muy importante el control de las alteraciones asociadas como la presión arterial alta y el exceso de grasas en sangre (colesterol y triglicéridos). Algunos padres piensan que la obesidad no es una enfermedad y que no hay que tratarla. Es común que un niño obeso sufra porque necesita protección y contención de parte de las personas que lo rodean. Lo importante es tomar conciencia y brindar ayuda al niño que tenga esta enfermedad, es fundamental prevenirla o tratarla cuánto antes.
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Adriana S. Mannarino
Lic. en Nutrición
M.N. 5747 — M.P. 1617
nutrirsebien@yahoo.com.ar