:: Cómo Mantenerse Hidratado ::
:: Cómo Mantenerse Hidratado ::
En verano perdemos mayor cantidad de líquidos corporales, y es necesario reponerlos bebiendo más e incluyendo en la dieta alimentos ricos en agua.
Te damos las pistas para que el calor no te deshidrate:
– Bebe entre dos y tres litros de líquido repartidos a lo largo del día.
– Si no eres muy aficionado a beber agua, y para no aburrirte, puedes combinar los tipos de líquido: zumos, caldos, batidos, refrescos, infusiones, café… así te resultará más fácil cumplir con el objetivo.
– Es importante que no pases mucho tiempo sin beber, sobre todo si vas a estar al aire libre y expuesto al sol, así que si piensas pasar toda la mañana haciendo deporte en la playa, o simplemente tostándote al sol, lo mejor es que lleves una pequeña nevera portátil con agua y refrescos.
– Vigila que los niños tomen suficientes líquidos; cuando están enfrascados en sus juegos, o se lo están pasando bomba en el agua, suelen olvidarse de todo.
– Evita salir en las horas de máximo calor. De doce a cuatro lo mejor es permanecer a la sombra, o en lugares frescos y ventilados; puedes aprovechar para dormir la siesta, una costumbre muy saludable.
– Si practicas algún deporte o realizas algún esfuerzo físico, aumenta la ingesta de líquidos. Lo mismo si sudas más de lo habitual a causa del calor, la humedad…
– Limita la ingesta de bebidas con contenido alcohólico porque el alcohol tiene un efecto deshidratante. La cerveza puedes tomarla sin alcohol, y rebajar la sangría y el ‘tinto de verano’ añadiéndoles bastante hielo. En cualquier caso, no sustituyas el agua, los zumos y los refrescos por este tipo de bebidas aunque te atraiga más su sabor.
? Beneficios de una correcta hidratación
– Si están correctamente hidratados, todos los órganos de nuestro cuerpo –riñón, hígado, corazón, estómago, piel…– funcionan mejor.
– Se orina frecuentemente, lo que favorece la eliminación de toxinas.
– Al orinar más, también se reducen las posibilidades de sufrir infecciones urinarias, y de que se formen arenillas o cálculos en el riñón.
– Se favorece la motilidad intestinal, previniendo el estreñimiento.
– Además, las heces son más blandas y esponjosas y, por lo tanto, más fáciles de expulsar, lo que evita la aparición de hemorroides por esfuerzo o heridas por laceración.
– La sangre se encuentra más diluida, y los nutrientes se distribuyen mejor por el organismo.
– La piel mejora su aspecto y lozanía.